En un relato que mezcla incertidumbre y esperanza, el gobierno cubano despliega esfuerzos para rescatar a sus ciudadanos atrapados en la complejidad de la situación en Haití. Bruno Rodríguez Parrilla, Ministro de Relaciones Exteriores (MINREX) de Cuba, comparte en las redes sociales el compromiso activo de abordar la problemática que enfrentan los cubanos que viven o transitan por Haití.
La conexión emocional se intensifica mientras Rodríguez Parrilla destaca que los funcionarios consulares mantienen una comunicación constante con la Asociación de Cubanos en Haití, esforzándose por asegurar el retorno seguro de los compatriotas que enfrentan adversidades en tierras extranjeras.
En medio de la narrativa, surge un grupo de 257 cubanos varados en Haití, víctimas de la suspensión de los vuelos de Sunrise Airways entre Cuba y Puerto Príncipe, resultado del caos provocado por la creciente violencia de bandas criminales que buscan tomar control en el país. Se revela la vulnerabilidad de estos ciudadanos, refugiados en viviendas de alquiler, temerosos de salir a las calles debido al tumulto político que embarga la nación.
La historia toma un giro impactante cuando se relata el ataque aéreo del pasado jueves. Un avión con destino a Cuba, de la aerolínea Sunrise Airways, a punto de despegar desde el Aeropuerto Toussaint Louverture, es objeto de un ataque por parte de una banda armada. Los disparos directos al fuselaje crean un momento de angustia, pero afortunadamente, no se registran heridos entre la valiente tripulación y los pasajeros.
El relato concluye con una mención especial a Sunrise Airways, la aerolínea afectada en este trágico episodio, que realiza vuelos semanales desde Puerto Príncipe hacia destinos cubanos a bordo de un Airbus A321, llevando consigo historias de valentía y supervivencia en cada travesía.