Luego de cuatro semanas de iniciar la llamada revuelta de los tractores, los agricultores españoles constinúan la realización de protestas en todo el pais ibérico. Un cambio en la política europea agraria y ayudas urgentes para paliar los efectos de la sequía, constituyen los princiapes pedidos de los hombres y mujeres que laboran en los campos españoles.
Zaragoza, Cataluña Toledo, Andalucía, Granada y Sevilla constituyen los territorios más representativo en conscentraciones. Según reseñan varios medios de comunicación, se registraron enfrentamientos entre agentes antidisturbios y los agricultores que pretendían llegar hasta las puertas del Parlamento regional.
El sentido de estas protestas provienen desde la ciudad de París en Francia, donde fueron detenidas 66 personas en una concentración de agricultores con sus tractores. El sindicato de ese pais convocó la movilización, Coordinación Rural, la manifestación fue “simbólica y pacífica” y tenía el objetivo de llegar al palacio de Versalles.
Desde el 6 de febrero España constiyue uno de los epicentros de manifestaciones campesinas. Medidas como la incorporación de jóvenes al campo, cambio en el funcionamiento de la Ley de la Cadena Agroalimentaria, así como un sistema de seguros agrarios que responda a las necesidades de los productores y adaptado a la situación estructural, que suponen las sequías y fenómenos meteorológicos adversos, representan los reclamos de los trabajadores agrícolas.
Sentimiento de abandono e injusticia sienten los agricultores españoles, que en cada reclamo demuestran ser víctimas de una competencia desleal, de una presión fiscal y regulatoria excesiva, de una falta de reconocimiento y apoyo de las autoridades públicas y de los consumidores.